SAN LUIS | 18 de Oct de 2013 - 8:19 AM | Por: AGENCIAS
Lo que para muchos equipos es una garantía, para los Cardenales de San Luis se ha convertido en una sombra que los persigue. Tener una ventaja de 3-1 en un serie de Playoffs no es fianza para la segunda novena más ganadora de Series Mundiales.
Y es que a pesar de que 27 de 34 conjuntos que se han puesto adelante con tres triunfos en una Serie de Campeonato han alcanzado la etapa final de las Grandes Ligas, la historia no ha sido tan amable con los Cardenales, que en 1996 sucumbieron ante los Bravos de Atlanta cuando todo hacía suponer que serían los rivales de los Yanquis de Nueva York, que luego se coronaron.
El mismo guión ocurrió el año pasado con unos Gigantes que revivieron para dejar sobre el terreno a San Luis y evitar así que llegaran a su segundo Clásico de Otoño.
Diecisiete de los jugadores del actual plantel de 25 jugadores de los Cardenales sufrieron aquella dolorosa derrota, por lo que hoy esperan poder finiquitar la serie.
Para ello, el manager Mike Matheny enviará a la loma al novato Michael Wacha, quien en el segundo de la serie superó a Clayton Kershaw, pitcher de los Dodgers de Los Ángeles candidato a ganar el Cy Young. Además de Wacha, los Cardenales juegan con otro factor: Bush Stadium, el campo de los de los Pájaros es un fortín donde lograron conseguir 54 victorias en la temporada, además de ganar cuatro de sus cinco encuentros de Playoffs
Por su parte los Dodgers tratarán de convertirse en el duodécimo conjunto que remonta una desventaja de 1-3 y lo harán del brazo de su as en la rotación y del coreano Hyun- Jim Ryu, si logran alargar la serie para mañana.
En el clubhouse de los californianos el piloto Don Mattingly sabe de los problemas que pueden llegar a tener los Cardenales con lanzadores zurdos. San Luis tuvo marca de 19 triunfos y 23 fracasos cada que se midió contra los izquierdos, además de tener problemas con Francisco Liriano en la Serie Divisional.
Si los Dodgers están de vuelta en San Luis para extender el campeonato de la Liga Nacional, lo deben en gran parte a Adrián González. El Titán no sólo apoyó la ofensiva angelina a lo largo del calendario regular, sino que cuando el motor del ataque se apagó, el mexicano se convirtió en el clutch.
Festejando como Mickey Mouse, González y los Dodgers esperan que la magia se siga prolongando.
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